Funcionamiento sencillo con múltiples ventajas

Las personas o vehículos autorizados pueden repostar sin efectivo

• Las tarjetas incluyen el nombre del conductor o la matricula del vehículo y el tipo de productos que pueden adquirir: solo gasóleo cualquier carburante, lavados, productos de tienda…

• Puedes configurar los repostajes autorizados según ubicación, día de la semana, hora del día y tipo de producto.

• También puedes solicitar que nuestro personal de la estación registre el kilometraje entre repostajes, para controlar tanto usos abusivos como el consumo del vehículo.

Para realizar la compra, el conductor debe introducir el PIN de seguridad

• En las tarjetas con la matricula del vehículo, puedes configurar un doble PIN, para identificar tanto al vehículo como al conductor que realiza la compra.

• También dispones de un PIN de empresa o PIN maestro, que puedes utilizar con cualquier tarjeta.

• Puedes cambiar el PIN o bloquear una tarjeta en cualquier momento en los Servicios Online de bp.

Las compras de cada tarjeta se registran por separado y puedes asignar límites de gasto

• Tanto si el coste del carburante corre a cargo de la empresa como del empleado, puedes asignar un límite de gasto por tarjeta semanal o mensual y global. Y, por supuesto, cambiarlo en cualquier momento.

• Además puedes asignar tarjetas a distintos centros de coste, para agrupar los consumos por departamento, por cliente, por ruta o por proyecto, además de por persona.

Recibes una única factura mensual con todos los repostajes y el IVA desglosado

• Olvídate de pedir factura en cada repostaje y olvídate de tener que contabilizarlas. A final de mes la tendrás en tu bandeja de entrada con todos los repostajes ordenados por vehículo y fecha.

• Dependiendo de su sector de actividad y del tratamiento fiscal aplicable, entre el 50% y el 100% del IVA, es desgravable para la empresa.

La factura, ya con descuento, se cobra por banco a 7 días de mes vencido, es decir a más plazo que con tarjeta de crédito

• Alarga el plazo de pago en comparación con la tarjeta de crédito convencional o con el pago en efectivo.

• Dependiendo de tu sector de actividad y del tratamiento fiscal aplicable, entre el 50% y el 100% del IVA, es desgravable para la empresa.